miércoles, 15 de octubre de 2014

Mi deuda pendiente.

No vi a un tigre. Vi a dos. Los escuché rugir y todo. Así partió la llegada de la Tina con la Mae, que nos encontraron en Alwar para empezar el viaje con safari. Bien tempranito partimos al parque Sariska para enterarnos que con la Tina no se sale sin desayuno, sino pregúntenle al taxista.  El safari estuvo entrete. Nos encontramos de primera con los tigres. Le siguieron hartos animalitos simpaticones. Volviendo a Alwar no había mucho que hacer, más que seguir las maravillaciones de la Tina y la Maheva con cada viaje en tuk tuk y en ciclo rickswaw. Muy folclórico todo.

Descansando por la tarde en el tau pea del hotel, se nos acerca el manager: “You went to Sariska, right? You saw the tigers?”. Pensamos que era cortesía, pero no. Se no acercó para pedirnos las fotos de los tigres y acto seguido nos enteramos que nuestros cuatro nombres estaban en la prensa local porque habíamos visto a los tigres. Resulta que no hay muchos tigres en Sariska y resulta que no es tan fácil verlos. El salto a la fama fue inmediato. Tres viajes a India y dos apariciones en diarios locales no está mal (la primera fue en Kolkatan Times, en las páginas sociales, of cors).



Seguía en el itinerario el Taj Mahal. Las veces pasadas Kolkata me atrapó y no fui. Esta vez decidí dejar la vuelta a Kolkata para el final, sino SÉ que ocurriría lo mismo, y tenía una deuda pendiente que saldar con el Taj Mahal, a ver si era realmente tan maravilloso como dicen.

No nos quedamos en Agra, nos recomendaron Bharatpur, a una hora de Agra, más tranquilo. Excelente recomendación. Nos sorprendió. El fuerte que rodea la ciudad, el palacio y sus ruinas fueron una linda sorpresa. Pero nada nos preparaba para el cierre del día. Hay cosas que en India las mujeres no hacen. Menos en público. Entramos los cuatro a un lugar que por fuera decía “bar”. Era una cantina. Cantina indian style. Las tres y el Pancho que se llevaba miradas de cuestionamiento. Y nosotras tomando cerveza y la Tina hasta fumando. Los indios no lo creían. Causamos sensación de alguna forma. Hubiésemos entrado mostrando las piernas y salimos de nuevo en el diario local.



Al día siguiente partimos temprano al Taj Mahal. Admito que estaba emocionada. Y sí. Es TAN maravilloso como cualquiera pudiese imaginárselo y no escatimo en palabras para decir cuan maravilloso es, porque cualquier expectativa que uno pueda hacerse es superada por la belleza de este mausoleo. Una oda al amor.




Después del almuerzo en “The Only Restaurant” (así se llamaba), el plus de las ruinas de la ciudad de Fatehpur Sikri a medio camino en la tarde fue el cierre perfecto para el día. Sin cantina esta vez.




Todo marchaba acorde a los planes. Los cuatro lo estábamos pasando genial y seguía la ciudad sagrada de Varanasi en el itinerario. El primer lugar que me repetiría de todos los que he estado en este viaje.

Tren en la noche para llegar antes de medio día, lo que le daba tiempo suficiente a Pancho para recorrer la ciudad, ver el amanecer en el Ganges y tomar el avión de vuelta a Delhi en el que nos abandonaría. Pero como siempre, las cosas nunca son lo que uno planea en India. Primero cuatro horas de retraso en la estación. Razonable para India. Subimos al tren, dormimos. Evitamos ir al “baño” lo más posible (razones obvias), y así el tren que se suponía llegaba pasadito las 11:00 AM a Varanasi seguía y seguía acumulando demoras. Tres horas detenidos en medio de la nada. Más rato detenidos en medio de la nada. Y así, y así, el indian style de los trenes se hacía presente. Llegamos casi a las 11:00 PM a Varanasi. En la mañana el Pancho se levantó temprano para tomar fotos y poder decir “estuve en Varanasi” antes de abandonarnos y sería.

Preguntando por vez 257ava a qué hora llega el tren


Quedamos solo tres.


Estar en Varanasi de nuevo ha sido especial. La rica sensación de lo conocido y la emoción de irse reencontrado con lugares y rincones de esta ciudad laberíntica al lado del Ganges. Mañana partimos viaje hacia Nepal, desde este excelente lugar para despedirse de India (por un tiempo, siempre por sólo un tiempo). 


2 comentarios:

  1. Ohhhh que la raaaaja Nata!!!! asumo que ese diario lo compraste para hacer un cuadrito de tu estrellato.. y por otro lado que triste que ni ellos puedan ver a sus bellos tigres :(
    Ese Ganga no me provoca naaada, mientras más lejitos de el mejor, me lo imagino muy muy extremadamente muy poblado de bacterias y grasas de animales en putrefacción máxima iuuuu. El Taj Mahal lo amé!!! ahí si quiero ir Nata jajajajajjajaja y al safari tb para que vallas tomando apuntes ;)

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  2. AHHH y la Tiiiinaaa jajajajjaja como siempre estrella máxima!! ya las veo en ese bar! que chistoso :D :D Podrías subir fotos de los trenes por dentro iwal.

    Muchos muchos besotes a la Tina!! <3 lol
    Pásenlo chancho y disfruten al máximo!!! :)*

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